jueves, 9 de noviembre de 2017

Trabajo práctico recuperatorio 2017

Quienes deben recuperar por haber sacado menos de 4 (cuattro) en el examen parcial, deben resumir y hacer un comentario personal final del siguiente texto:

Un ensayo de pensamiento en clave relacional
 (revista Consonancias, diciembre 2013, puntos 1 a 3)


                                                                          Por lo tanto ¡la verdad es una relación!
                                                                                                             Papa Francisco


      “No he comenzado a pensar en la Unidad cuando ya la Trinidad me rodea con su fulgor.
         No he comenzado a pensar en la Trinidad cuando ya la Unidad me arrebata de nuevo...”
                                                                                                   San Gregorio de Nacianzo


   En 1960 Karl Rahner escribió un artículo titulado “Advertencias sobre el tratado De Trinitate” que causó gran conmoción, pues denunciaba que:
   “...los cristianos, a pesar de que hacen profesión de fe ortodoxa en la Trinidad, en la realización religiosa de su existencia son casi exclusivamente «monoteístas». Podemos, por tanto, aventurar la conjetura de que si tuviéramos que eliminar un día la doctrina de la Trinidad por haber descubierto que era falsa, la mayor parte de la literatura religiosa quedaría casi inalterada”.[1]
   En este contexto, Rahner propone su famoso “axioma fundamental”, que tenía como intención subsanar esta incoherencia, insertando el misterio de la Trinidad de modo realmente existencial en la fe y en la vida cristianas. Y –más allá de las críticas que ha recibido la formulación de ese axioma fundamental sus comentaristas y críticos coinciden en reconocerle a Rahner el mérito de haber llamado la atención sobre esta gravísima carencia.[2]
    Ya han pasado más de 50 años desde aquel artículo de Rahner y, si bien “la teología católica de la Trinidad conoce una renovación en nuestro tiempo”, después de “muchos años, casi siglos” en que “la doctrina de la Trinidad no tenía en la teología el papel central que le corresponde”;[3] no obstante, todavía queda mucho por avanzar en la conciencia y en la vivencia del misterio de la Trinidad divina y de todas sus consecuencias para la vida concreta, incluido el ámbito del pensar y del saber.
   A la luz de lo dicho, este artículo no es otra cosa que una serie de variaciones sobre un tema principal: la comunión es unidad en la diversidad. Y la finalidad es –simplemente– sensibilizar al lector sobre este tema, y estimular su pensamiento y su creatividad en relación con él.
   Dudé en poner algunas ideas, que finalmente propongo en el texto, aunque están “a medio pensar”. Lo que me motivó a ello, fue que este mismo artículo muestra que siempre estamos en camino; o, como decía Borges: “no puede haber sino borradores. El concepto de texto definitivo no corresponde sino a la religión o al cansancio”.[4] Y, quizás, si Borges hubiera tenido la oportunidad de ver un mayor pluralismo en teología, hubiera dejado sólo la última opción.
   En este artículo comienzo presentando brevemente el “modelo de comunión” en su fuente viva y suprema: la Trinidad divina. Luego expongo algunas de las repercusiones que este modelo de comunión tiene para el hombre y la sociedad, proponiendo que el ser humano es “sujeto relacional”, creado a imagen de las Personas Divinas, cada una de las cuales es “relación subsistente”. Y arriesgo que –quizás– este mismo concepto de relación subsistente pueda ser aplicado al ser humano. Y finalmente hago algunas sugerencias respecto de cómo se puede aplicar este modelo de comunión al ámbito del pensar, del saber y de las ciencias.
   En ese contexto analizaremos el “corrimiento” hacia un nuevo equilibrio, que el Papa Francisco propone –también– para el tema de la verdad.


1. Reflexión sobre la Comunión Trinitaria.

   A los seres humanos, a veces, nos cuesta compartir. Y la experiencia nos demuestra que vivir encerrados en nosotros mismos –sin compartir nuestra vida y nuestros bienes– nos conduce a un aislamiento mortal.
   En cambio, cuando contemplamos el misterio de la Trinidad, vemos que el Padre engendra al Hijo comunicándole su propio ser divino. El Padre ­–Quien es “la fuente y el origen de toda la divinidad”– [5] comunica al Hijo esta divinidad y, al comunicarla, lo engendra. Y, a su vez, el don de amor –infinito y mutuo– entre el Padre y el Hijo espira a la Persona-Amor: el Espíritu Santo.
   Con todo esto, vemos que en la Trinidad el compartir es mucho más que eso: es darse al Otro. Es

jueves, 5 de octubre de 2017

Los dos power point que vimos como introducción a la asignatura

Este primer ppt va desde la vida de Jesús, a la reflexión sobre la comunión en la Trinidad

Don de sí mismo y Comunión

Y este otro comienza con la Trinidad, y saca conclusiones para la vida humana y cristiana

Comunión divina y comunión humana

martes, 15 de agosto de 2017

Programa Segundo semestre 2017


Síntesis Teológica
Programa de asignatura


CARRERA: Licenciatura en Administración de Empresas
CÁTEDRA/ CURSO: 3º LH                             TURNO: Noche
AÑO  ACADÉMICO: 2017                             DURACIÓN: semestral                  TOTAL HORAS SEMANALES: 3

PROFESOR A CARGO: Prof. Dr. Jorge Fazzari      (Titular regular)
Correo de CONTACTO: jorgefazzari@yahoo.com.ar
Sitio web: http://jorgefazzari.blogspot.com.ar/


1. OBJETIVOS GENERALES DE LA ASIGNATURA.

  1. Conocer mejor el misterio del Dios Uno y Trino: Vida, Sabiduría y Amor; y crecer en gratitud hacia Él por los dones recibidos.
  2. Conocer mejor y valorar más profundamente el misterio del hombre: imagen de Dios, e hijo de Dios, en Cristo, por el Espíritu.
  3. Conocer y valorar el misterio de la creación entera, fruto del amor de Dios y cuyo destino es “los cielos nuevos y la tierra nueva”
  4. Conocer mejor y comprometerse más con Jesús, Hijo de Dios, nuestro Hermano, Maestro y Salvador.
  5. Conocer mejor a la Persona del Espíritu Santo, para estar más atentos a su presencia y acción.
  6. Comprometerse con el designio de Dios creador que llama al hombre a la comunión de vida con Él, y con los demás hombres; comunión que comienza aquí en la Iglesia, y que se consumará en “los cielos nuevos y la tierra nueva”.
  7. Reconocer las categorías de “don de sí mismo” y de “comunión” como sintetizadoras de los misterios de la fe cristiana, y como las actitudes morales fundamentales del cristiano.

2. UNIDADES DIDÁCTICAS.

                Unidad 1. INTRODUCCIÓN.

A) Objetivos:

– Comprender que la doble clave “don de sí mismo y comunión” pueden articular el conjunto de la fe y de 

viernes, 30 de junio de 2017

Visiones incompletas o equivocadas sobre el misterio de Jesús

CCE
Herejía
Descripción
Respuesta
Concilio
465
Docetismo
(del verbo “dokeo” 
= parecer)
Niega la humanidad de Jesús. El Hijo no se habría hecho realmente hombre, sino que se habría presentado con apariencia humana.
Su filosofía de fondo es dualista (lo espiritual es bueno, lo corporal y material es malo: por tanto, Dios no puede asumir lo corporal).
La fe cristiana insistió en la verdadera encarnación del Hijo de Dios “venido en carne”

465
Adopcionismo
Niega la divinidad de Jesús. Dice que Jesús fue un mero hombre, y que Dios (que no es Trinidad) le infundió un poder sobrenatural y lo adoptó como hijo.
Jesucristo es Hijo de Dios por naturaleza
(y no por adopción).
Concilio (regional) de
Antioquía.
465
Arrianismo
Niega la divinidad de Jesús. El Hijo habría sido creado de   la nada y no sería de la misma naturaleza que el Padre (Puede afirmar la preexistencia del Hijo, su encarnación y la concepción virginal de María).
El Hijo de Dios es engendrado (no creado),
de la misma naturaleza (o consustancial) con el Padre.
Concilio de Nicea (año 325)
466
Nestorianismo
Divide a la única Persona Divina. Afirma que en Cristo hay dos personas. No sería sólo la Persona Divina del Hijo de Dios, sino que junto a ella estaría la persona humana de Jesús de Nazareth, el carpintero.
El Verbo, al unirse en su Persona Divina, a una carne animada por un alma racional, se hizo hombre.
Por lo tanto,  María es Madre de Dios.
Concilio de Éfeso (año 431)
467
Monofisismo
(una “physis
= naturaleza)
Termina negando la humanidad de Jesús. Afirma que la naturaleza humana de Cristo habría dejado de existir en el momento de la encarnación, al ser absorbida por la infinitud de la divinidad.
Se ha de reconocer a un sólo y mismo Cristo Señor, Hijo Único en dos naturalezas unidas, en su Persona Divina, sin confusión y sin división.
Concilio de Calcedonia (año 451)
471
Apolinarismo
Niega el alma humana de Cristo. Afirma que el Verbo había sustituido al alma o espíritu; por  lo tanto en Cristo sólo estarían el Verbo y la carne.
El Hijo asumió una verdadera naturaleza humana completa, por lo tanto, también un alma racional humana.
No hay un concilio, sino una carta del Papa San Dámaso (año 378 aprox.)
475
Monotelismo
(una “thélema”
= voluntad)
Niega la acción de la voluntad humana de Cristo (sería un monofisismo en el plano de la acción). La voluntad humana de Cristo está, pero no actúa.
Cristo posee dos voluntades, Divina y humana,
no opuestas, sino cooperantes.
Concilio de Constantinopla III (año 681)
476s
Iconoclasmo
(= los que rompen los íconos)
Terminan negando la realidad de la humanidad de Jesús (se emparenta con el monofisismo). Niegan que sea lícito representar a Cristo en imágenes sagradas.
La verdadera humanidad del Hijo permite representarlo legítimamente en imágenes sagradas.
Concilio de Nicea II (año 787)

jueves, 29 de junio de 2017

Indicaciones para el final

El final, como el parcial, será "a libro abierto", con consignas para pensar y relacionar los contenidos vistos.
Se podrá usar todo lo que sea impreso, nada electrónico.
Los contenidos son todos los que abarca el programa, que se pueden especificar en
   - el texto base: Catecismo de la Iglesia Católica 184-1060
   - las preguntas del cuestionario-guía que aparecen en este mismo blog, que orientan hacia los contenidos esenciales del texto del Catecismo.
   - los materiales subidos a este blog.

Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica – guía de lectura de CCE 811-870

0. Introducción (811s)

1. Iglesia Una
1.1. La Iglesia es una porque:
            - uno es su modelo y principio trascendente: la Trinidad (= Iglesia Comunión);
            - uno fue su Fundador histórico: Jesús;
            - una es su “alma”: el Espíritu Santo
            - unidad entendida como comunión (815)
            - los vínculos de la unidad
            - la Iglesia una “subsiste en” la Iglesia Católica
1.2. Pero esta unidad tiene sus heridas…
1.3. La unidad como tarea y meta.

2. Iglesia Santa
2.1. Santa porque Dios la bendice con su presencia y con sus dones.
2.2. Por eso, la Iglesia puede comunicar la santidad que procede de Dios (santificadora)
2.3. La esencia de la santidad es el amor de caridad (826)
2.4. No obstante, está siempre necesitada de purificación
2.5. Y en los santos –particularmente en María‒ ha alcanzado su santidad plena.

3. Iglesia Católica
3.0. “Catolicidad” significa totalidad; y tiene dos dimensiones (“cualitativa y cuantitativa”)
3.1. Catolicidad “de calidad”: están la totalidad de los medios de salvación que dejó Jesús.
3.2. Catolicidad “de cantidad”: la Iglesia está destinada a abrazar a todos los hombres.

4. Iglesia Apostólica
4.1. En un triple sentido:
- Fundada permanentemente sobre el cimiento de los Doce elegidos por Jesús
- Transmite la enseñanza de los Apóstoles que fueron enseñados por Jesús
- Es pastoreada por los sucesores de los Apóstoles que son los Obispos.

sábado, 8 de abril de 2017

Programa 2017

Síntesis Teológica
Programa de asignatura


CARRERA: Contador Público
CÁTEDRA/ CURSO: 3º L                                TURNO: Mañana
AÑO  ACADÉMICO: 2017                             DURACIÓN: semestral                  
TOTAL HORAS SEMANALES: 3

PROFESOR A CARGO: Prof. Dr. Jorge Fazzari      (Titular regular)
Correo de CONTACTO: jorgefazzari@yahoo.com.ar
Sitio web: http://jorgefazzari.blogspot.com.ar/
Entornos Virtuales de Aprendizaje UCA: http://eva.uca.edu.ar/

1. OBJETIVOS GENERALES DE LA ASIGNATURA.

  1. Conocer mejor el misterio del Dios Uno y Trino: Vida, Sabiduría y Amor; y crecer en gratitud hacia Él por los dones recibidos.
  2. Conocer mejor y valorar más profundamente el misterio del hombre: imagen de Dios, e hijo de Dios, en Cristo, por el Espíritu.
  3. Conocer y valorar el misterio de la creación entera, fruto del amor de Dios y cuyo destino es “los cielos nuevos y la tierra nueva”
  4. Conocer mejor y comprometerse más con Jesús, Hijo de Dios, nuestro Hermano, Maestro y Salvador.
  5. Conocer mejor a la Persona del Espíritu Santo, para estar más atentos a su presencia y acción.
  6. Comprometerse con el designio de Dios creador que llama al hombre a la comunión de vida con Él, y con los demás hombres; comunión que comienza aquí en la Iglesia, y que se consumará en “los cielos nuevos y la tierra nueva”.
  7. Reconocer las categorías de “don de sí mismo” y de “comunión” como sintetizadoras de los misterios de la fe cristiana, y como las actitudes morales fundamentales del cristiano.


2. UNIDADES DIDÁCTICAS.

 Unidad 1. INTRODUCCIÓN.

A) Objetivos:

– Comprender que la doble clave “don de sí mismo y comunión” pueden articular el